Así están las cosas...

Mucho sin escribir, detesto que mi mundo gire tan rápido, han ocurrido tantas cosas. Para partir, debo comentar que terminé con mi pololo, un simple desacuerdo doméstico de cómo celebrar nuestro primer aniversario (que finalmente no ocurrió) desencadenó una serie de miedos en mí que me llevaron a tomar esa terrible decisión, al jamás haber pololeado antes, jamás me había enfrentado a una ruptura, es horrendo…sobre todo cuando sabes que la otra persona te quiere, porque se le nota en cada actitud que tiene contigo…, porque no lo puede ocultar …y es eso lo que te mata, sumarle a eso, un bello paisaje, como lo es la alameda de Talca, las hojas otoñales cayendo, un sol benevolente que no se inmiscuía en nuestros asuntos y el llanto de aquellos ojos marinos que parecían desbordarse fue fatal. Yo exclamé “si lloras, me voy”…porque no podría lidiar con alguien que esta llorando por mí, es algo que no puedo manejar y cobardemente mi instinto es huir…feo pero cierto, es que no valgo las lagrimas de nadie, en fin, como mis sentimientos son reales y sinceros igual que los de el niño en cuestión, decidí hacer una excepción a mi filosofía de vida de “jamás tropezar dos veces con la misma piedra” …un cariño como este no se puede perder…y cuando le dije, mirándolo a los ojos “no quiero que seas uno más, fue cierto, no quiero que sea uno más…pero, de la forma más sutil que encontré le dije que no soy cosa sencilla, la vida me ha tratado bien en algunos aspectos, la mayoría referidos a lo material y a una buena vida que muchos se quisieran, pero en cuanto a lo emocional y a algunas experiencias desagradables también he tenido bastante…y me han marcado a tal punto, que me impiden fiarme de buenas a primeras de gente que sólo quiere quererme…tanto que deseé tener una relación seria, para finalmente tenerla y darme cuenta que no puedo sustentarlas, que finalmente lo único que me diferencia de los chicos que me han hecho daño, es que a ellos les resulta fácil y sin culpas…y a mi, me sale natural…

Pero bueno, Ey Tu, te quiero, te quiero mucho…

Ayer fue una noche de disco genial. Carolina Baily, mi musa inspiradora, recibió mi regalo y me sentí muy alagado con que le gustara…y te agradezco por haber estado ahí para canalizar mi dicha infantil… y ni hablar de lo que siguió, eso queda para ti y para mí, así que para no caer en tentación de contarlo, me retiro, pero intentaré volver luego, mientras ….no desesperen mucho, pero sí extráñenme demasiado


Adiós!i